Después de correr varias carreras entre 5k y 10k había tomado la decisión de entrarle a la primera media maraton. También había corrido algunas carreras con obstáculos de 12k y 15k y según yo ya estaba listo.

Cuando le comentaba a la gente cual carrera iba a hacer (La Correcaminos) todos me motivaban diciendo que esta carrera es perfecta para empezar (y lo es) pues es mayoritariamente en descenso y plana.

Empecé un plan de esos de Endomondo, pero al pasar las semanas se me complicaba seguirlos al pie de la letra, creo que perfectamente falle entre un 30%-50% de las sesiones, pero igual estaba envalentonado, pues como también estoy nadando, según yo tenía buen aire.

Las dos semanas anterior a la carrera estaba bastante nervioso y me empezaron a dar “achaques”, algunos dolorsillos o molestias en las pantorrillas y las rodillas. Me imagino que me estaba autosaboteando mentalmente. Por dicha no me resfrié como me suele pasar antes de una carrera.

El Sábado previo a la carrera, tuvimos entrenamiento en G-Swim de 3k, y aunque salí agotado no creí que me fuera afectar. Aún ahora no se si tuvo alguna influencia.

Los primeros 10km me fui con un paso muy fuerte (para mí jeje) aproximadamente 5:30 min/Km y creo que este fue el mayor error de como ataqué la carrera. Cuando llegamos a Zapote (donde arranca la de 10km) sentí un burst de adrenalina por que aún no habían salido y estaban todos ahi apoyando  a los de 21. Pero luego de que se me pasó ya sentía algo de agotamiento aunque creo que parte fue mental por que estaba rebasando mis propios límites y estaba entrando a lo “desconocido”.

La primera señal de agotamiento lo sentí al pasar la Asamblea Legislativa, que tiene una pendiente desde la Corte hasta el Parque Nacional y además cierto grado de dificultad por que algunas partes tienen un empedrado. Pero luego de ahí todo es prácticamente bajada por el Parque Morazán y hasta La Coca Cola.

La segunda señal, y la definitiva, fue al entrar al Paseo Colón que tiene un falso plano por la Toyota y ya veía yo que las piernas no me respondían como quería. Digamos que del torso para arriba andaba bien, pues el pulso no supero los 180 ppm lo que significa que no estaba haciendo un esfuerzo máximo, pero tampoco podía exigirle más a mis piernas.

Al llegar a La Sabana ya empezaba a duduar que lo iba a lograr, máxime que sentí un fuerte golpe psicológico al ver que ya me estaban alcanzando los de 10k (tontera mía la verdad) y que el paso que llevaba iba disminuyendo. Gracias al apoyo de mis compañeros de Guppys que venían acompañando en bicicleta no me dejé por vencido, pero al doblar por el Colegio de Médicos y Cirujanos definitivamente sabía que la subida por Sabana Norte iba a estar bien dura.

Para empeorar el asunto desde el Estadio Nacional ya sentía un calambre fuerte en el músculo de la tibia izquierda, que iba y venía. Hace mucho tiempo había tenido la oportunidad de compartir con los Scouts y me aprendí algunas canciones que se usan para marchar, que me ayudaron muchísimo para concentrarme en avanzar.

Al doblar por la Nissan, sentí unas ganas enormes de llorar, no sé si por que temía no terminar tan cerca o por que lo iba a lograr. Yo hubiera llorado perfectamente, de no ser que sentía un nudo enorme en la garganta y me costaba mucho respirar. Pude sobreponerme y avanzar hasta la entrada ya del cierre de la carrera.

Creo que ya venia más a velocidad de caminar que de correr, pero aún así tuve que seguir en trote. Intenté caminar, pero mis piernas no tenían fuerza ya por lo que me dió miedo caerme. Seguí trotando y al llegar a la meta de nuevo el calambre, que me hizo cojear hasta la meta. Por ahí oí mi nombre (era mi mamá) pero no quise ni voltearme a ver por miedo a caerme o perder el último impulso.

Al cruzar la meta sentí gran alivio, pero ya las piernas no daban y caminé con dificultad para recibir el refrigerio y la hidratación. Aún así me sentí bien por haber logrado mi meta. Intenté localizar a amigos que sabían que también la habían corrido, pero en mi estado preferí buscar a mi familia una vez recogida la tan merecida medalla para irme a descanzar.

No hubiera logrado esta carrera sin la motivación de mis amigos de Guppys y el apoyo de mi familia.

Correcaminos